Lo que significa ser cristiano
Ser cristiano es más que identificarse con una religión en particular o afirmar un determinado sistema de valores. Ser cristiano significa que has abrazado lo que dice la Biblia acerca de Dios, la humanidad y la salvación. Considere las siguientes verdades que se encuentran en la Biblia.
Dios es creador soberano
Las filosofias contemporáneas dicen que el hombre es producto de la evolución. Pero la Biblia dice que fuimos creados por un Dios personal para amar, servir y disfrutar de una comunión sin fin con Él. El Nuevo Testamento revela que fue Jesús mismo quien creó todo (Juan 1:3; Colosenses 1:16). Por lo tanto, Él también posee y gobierna todo (Salmo 103:19). Eso significa que Él tiene autoridad sobre nuestras vidas y le debemos absoluta lealtad, obediencia y adoración. Romanos 10:9 dice: Si confiesas con tu boca a Jesús por Señor, y crees en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Aunque la justicia de Dios exige la muerte por el pecado, su amor ha provisto un Salvador que pagó la pena y murió por los pecadores (1 Pedro 3:18). La muerte de Cristo satisfizo las demandas de la justicia de Dios, y la vida perfecta de Cristo satisfizo las demandas de la santidad de Dios (2 Corintios 5:21), capacitándolo así para perdonar yar a aquellos que ponen su fe en Él (Romanos 3:26).
Dios es Santo
Dios es absolutamente y perfectamente santo (Isaías 6:3); por lo tanto, no puede cometer ni aprobar el mal (Santiago 1:13). Dios requiere santidad de nosotros también. Primera de Pedro 1:16 dice: Sed santos, porque yo soy santo.
La humanidad es pecaminosa
Según las Escrituras, todo el mundo es culpable de pecado: No hay hombre que no peque (1 Reyes 8:46). Eso no significa que seamos incapaces de realizar actos de bondad humana. Pero somos completamente incapaces de comprender, amar o agradar a Dios por nosotros mismos (Romanos 3:10-12).
El pecado exige un castigo
La santidad y la justicia de Dios exigen que todo pecado sea castigado con la muerte eterna (Ezequiel 18:4; Romanos 6:23). Es por eso que simplemente cambiar nuestros comportamientos no puede resolver nuestro problema de pecado o eliminar sus consecuencias.
Jesús es Señor y Salvador
Romanos 10:9 dice: Si confiesas con tu boca a Jesús por Señor, y crees en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Aunque la justicia de Dios exige la muerte por el pecado, su amor ha provisto un Salvador que pagó la pena y murió por los pecadores (1 Pedro 3:18). La muerte de Cristo satisfizo las demandas de la justicia de Dios, y la vida perfecta de Cristo satisfizo las demandas de la santidad de Dios (2 Corintios 5:21), capacitándolo así para perdonar y salvar a aquellos que ponen su fe en Él (Romanos 3:26).
El carácter de la fe que salva
La verdadera fe siempre va acompañada por el arrepentimiento del pecado. El arrepentimiento es estar de acuerdo con Dios en que eres pecador, confesarle tus pecados y tomar una decisión consciente de alejarte del pecado (Lucas 13:3, 5; 1 Tesalonicenses 1:9), buscar a Cristo (Mateo 11: 28-30; Juan 17:3), y obedecerle (1 Juan 2:3). No es suficiente creer ciertos hechos acerca de Cristo. Incluso Satanás y sus demonios creen en el Dios verdadero (Santiago 2:19), pero no lo aman ni lo obedecen. La verdadera fe salvadora siempre responde en obediencia (Efesios 2:10).